lunes, 1 de abril de 2013

Paradojas de la "Vía Suprema"

"La Vía Suprema no es difícil.
Tan solo evita la atracción y el rechazo."
Xìn Xîn Ming. - Jianzhi Sengcan

¿Evitar la atracción no es acaso rechazarla?
¿Evitar el rechazo, no es acaso atraerlo?
¿No parece todo esto una especie de atracción hacia el rechazo?

9 comentarios:

  1. No es lo mismo no ir a una fiesta que ir y decir que esta es una mierda. Esa es la diferencia. :)

    Suerte.

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    1. No es lo mismo, sin duda. Pero si no voy a la fiesta porque me niego ese deseo, ¿no es ese otro tipo de rechazo?
      Hasta cierto punto, al final uno se decide por una o por otra elección, por la atracción o por el rechazo hacia esa idea o deseo.
      ¿Entonces cual es el punto intermedio? ¿lo hay?

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    2. Mientras desees ir a la fiestas has de ir a la fiesta.

      Pero si tu visión de la realidad es correcta, cada vez tendrás menos ganas...

      Y entonces estarás en ese punto más allá de la eleccion y el rechazo.

      Así que ciertamente tienes razón mientras tengas que "evitar" sigues atrapado en el samsara :)

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    3. ¿Correcta? ¡Vaya incorrección!

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  2. Juesto leía estos dias:

    Los procedimientos son idénticos: rechazar o coger, es lo mismo; estas dos formas
    de actuar conducen a un nuevo conflicto. Existe un estado sin deseo, cuando ya no se
    intenta compensar, hay «satisfacción» y es un estado sin deseo.
    No se trata en este caso de rechazar el objeto, sino de constatar que no contiene lo
    que usted busca. Si cree haber colocado en un sitio determinado algo que necesita, lo
    busca y se da cuenta de que no está allí. Vuelve a buscar de nuevo, tal vez dos o tres
    veces. Llega un momento en que ha buscado por todas partes y no ha encontrado nada.
    ¿Qué ocurre? El sitio es el que le deja como conteniente de lo que quiere encontrar,
    usted no deja el sitio. Del mismo modo, el objeto le deja.

    J. Klein

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  3. Lo importante quizá, no es rechazar o cumplir lo deseos, si no que éstos no nos subyuguen, que no nos arrastren hacia un estado de nerviosismo, amargura, y tensión constante. Si para poder conseguir o mantener un coche, o una relación estable con una chica, voy andando por el camino de la amargura, quizá debería darme cuenta, que ese deseo no me está dando la felicidad que yo creía, si no, más bien arrebatándomela.

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    1. Estoy de acuerdo. :)

      Y además los deseos moderados son el camino a los no deseos, aunque hemos de ser conscientes que los deseos moderados provocan amarguras moderadas al igual que los deseos intensos las provocan intensas.

      Un abrazo

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  4. Ciertamente el tema tiene mucha tela.
    La frase original, "La Vía Suprema no es difícil.
    Tan solo evita la atracción y el rechazo", creo que habría que contemplarla desde el punto de vista del budismo, que es la tradición de donde parte el texto. Ya sabemos que, según este, la segunda noble verdad es que el deseo es el origen del sufrimiento, y que la vía para poner fin a este sería deshacernos de él a través de -en este caso- la evitación de la atracción y el rechazo.
    El primer problema que se plantea es, que el intento por deshacernos del deseo se transforma en un nuevo deseo (el rechazo en este caso). Para evitar esto, el Buda plantea un camino óctuple en el que, entre otras cosas, propone el recto entendimiento. Es a través de este que nuestra visión de las cosas se va modificando, y vamos adquiriendo mayor conocimiento de la naturaleza de su funcionamiento y una perspectiva en la que el deseo va menguando y va siendo sustituido por una mayor aceptación (que no resignación) de la naturaleza de los hechos. Seguimos teniendo atracciones y rechazos, pero el que no obtengan el resultado esperado, no nos desequilibra de nuestro centro.
    Bueno, es una primera reflexión, a bote pronto. Un abrazo.

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  5. Leyendoos se me ocurre anyadir, la importancia que tiene el estado de ATENCION continua del ser, hasta el punto de ser la misma vida observandose a si misma. Es que el deseo no persigue, intenta atraer al placer y el rechazo refusar el dolor?
    yo empiezo a experimentar que el dolor y el placer solo se pueden abandonar al mismo tiempo; el deseo es un maestro para conocer nuestros impulsos y frustaciones, nuestro carnaval de memoria.
    hay un estado de paz, de entendimiento del tiempo, en el que todo aparece y desaparece, nace y muere, contraer es estirar, subir bajar, comer cagar
    todos somos barro en el barro



    <><<>



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Sentado o dormido, un buda sigue siendo un buda