martes, 8 de mayo de 2012

Uno señala el tarro con miel y exclama:
-¡Miel!
-¡Sí, es miel!- contesta el otro.
Uno reflexiona y pregunta:
-¿Me puedes pasar la miel, por favor?
-Claro, puedo pasártela.
Uno reflexiona de nuevo y dice:
-Pásame la miel.
El otro le pasa la miel.

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Sentado o dormido, un buda sigue siendo un buda