Con mano blanda dirigiría yo un gran Estado,
y ninguna persona tendría sus necesidades básicas sin cubrir:
alimentos, agua limpia, ropas de abrigo, y un lugar donde dormir.
Los árboles y arbustos frutales estarían por doquier,
los cereales y legumbres serían sembrados a nendo-dango,
los animales serían cazados o pastoreados como antaño,
los peces pescados en playas y ríos,
los huevos robados de los nidos.
Las ropas serían elaboradas con piel, lana y fibras vegetales,
las personas volverían a beber agua de pozos y manantiales;
las viviendas serían sencillas, construidas con ladrillos elaborados en barrizales.
Los telares volverían a tejer grandes telas,
los tornos volverían a hacer girar la arcilla,
la artesanía volvería a ser el arte sano del día a día.
Las enfermos serían curados sin extirpaciones de órganos,
no habrían animales aplastados ni ramos de flores en los márgenes de las carreteras,
y los bosques crecerían salvajes alrededor de los pueblos y ciudades.
No creo que Europa y su pt política económica estuviese muy de acuerdo con tu plan.
ResponderEliminarUn mundo libre
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