jueves, 5 de abril de 2012

Con mano blanda dirigiría yo un gran Estado,
y ninguna persona tendría sus necesidades básicas sin cubrir:
alimentos, agua limpia, ropas de abrigo, y un lugar donde dormir.

Los árboles y arbustos frutales estarían por doquier,
los cereales y legumbres serían sembrados a nendo-dango,
los animales serían cazados o pastoreados como antaño,
los peces pescados en playas y ríos,
los huevos robados de los nidos.

Las ropas serían elaboradas con piel, lana y fibras vegetales,
las personas volverían a beber agua de pozos y manantiales;
las viviendas serían sencillas, construidas con ladrillos elaborados en barrizales.

Los telares volverían a tejer grandes telas,
los tornos volverían a hacer girar la arcilla,
la artesanía volvería a ser el arte sano del día a día.

Las enfermos serían curados sin extirpaciones de órganos,
no habrían animales aplastados ni ramos de flores en los márgenes de las carreteras,
y los bosques crecerían salvajes alrededor de los pueblos y ciudades.

2 comentarios:

  1. No creo que Europa y su pt política económica estuviese muy de acuerdo con tu plan.

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Sentado o dormido, un buda sigue siendo un buda